Suely Carvalho

Parteira Tradicional, Griô, Rezadeira, Curandeira xamânica, leitora de Aura, Mestra da Escola de Aprendizes de Parteira na Tradição, Fundadora do CAIS do Parto, Coordenadora da Rede Nacional de Parteiras Tradicionais do Brasil e Vice-presidente da ALAPAR.

Roda de Casais Grávidos

Todas às terças-feiras o CAIS do Parto atente gestantes e casais para troca de informações e orientação para a gestação saudável e o parto natural, na Rua 13 de Maio, n° 121 - Carmo, em Olinda-PE.

Doulas na Tradição

A formação de Doulas pelo CAIS do Parto/Luz tem base na ancestralidade, oralidade e espiritualidade, que é transmitida pela experiência na Tradição, tendo como objetivo formar acompanhantes de parto que possam proporcionar conforto físico, apoio emocional e holístico durante o trabalho de parto, parto e pós-parto.

Rede Nacional de Parteiras Tradicionais

A Rede Nacional de Parteiras Tradicionais foi criada em 1996, no âmbito da ONG CAIS do Parto, durante o I Encontro de Parteiras Tradicionais, em Nova Jerusalém/PE. Coordenada por Suely Carvalho reúne parteiras em torno das seguintes diretrizes: facilitar a troca de experiências, interligar as parteiras tradicionais, estimular o processo educativo e a organização de classe em associações para lutar pelo reconhecimento e regulamentação do ofício.

CAIS do Parto

Fundada em 5 de julho de 1991, com sede em Olinda/PE, a organização fundamenta-se nos Direitos Humanos, nos Direitos Reprodutivos e no desenvolvimento sustentável, atuando nas áreas de Saúde, Gênero, Cidadania, Educação, Ecologia e Cultura.

quarta-feira, 8 de julho de 2015

terça-feira, 7 de julho de 2015

LA MÁS ANTIGUA VÍA AL PARTO Ginecologia Natural Parteira na Tradição Pabla Pérez San Martín

LA MÁS ANTIGUA VÍA AL PARTO

En un momento en que el cómo parir se ha transformado en un campo de batalla, la partera tradicional Suely Carvalho invita a volver al origen, reviviendo a una dupla antigua como la humanidad misma: la que forma la gestante que está a punto de tener a un/a hijo/a con la mujer que la ayuda. En este enfoque, el nacimiento es el momento clave para evitar problemas futuros. 
Por Claudia Urzúa, periodista y profesora de la Escuela de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado y autora del libro “Chile en los ojos de Darwin”.
11216393_10204980250279216_1354316459_n
La maestra Suely Carvalho ha ayudado a mujeres a dar a luz en lugares que la obstetricia consideraría absurdos: debajo de los árboles, en la playa, en un establo junto a animales, en la ribera de un río, en una piscina artificial construida en el patio de la casa. Ha mostrado fotos de esos nacimientos ante estudiantes de Medicina de distintas universidades de Brasil que quedan con la boca abierta. A ella, que pasó por la academia para estudiar enfermería y, antes, salud preventiva, le encanta generar esa expresión de sorpresa, incluso de disgusto. “En la vida hay que estar incómodo e inquietos, buscando todo el tiempo”, sostiene esta mujer de 64 años, oriunda de Paraná, Brasil y partera desde 1974. Con más de cinco mil nacimientos atendidos en su país natal, 140 alumnas formadas en su escuela y una dinámica agenda de talleres, congresos internacionales y conferencias —la misma que la trajo a Chile durante la última semana de enero—, sabe que “los partos no son románticos. Son partos y en todas partes son lo mismo que hace miles de años. Lo que realmente importa es el cuerpo saludable de la mujer”, explica.
Una partera tradicional, como lo es Suely Carvalho, tiene ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) el estatus de proveedora independiente de cuidados primarios durante el embarazo, parto y postparto. De escasa presencia en las grandes ciudades, se las encuentra todavía en las comunidades rurales, pobres y de difícil acceso, en aquellos países de fuerte base indígena, y ejerciendo su trabajo fuera de los sistemas de salud. Saben hacer lo que hacen porque vieron desde niñas parir a los animales, sus antepasadas fueron parteras y han estudiado las propiedades de las plantas medicinales. “Somos responsables del 10 a 15 por ciento de los partos anuales de Brasil, que al año son unos tres millones”, afirma Suely. De acuerdo a la investigación que ella ha liderado, en Brasil están en ejercicio unas 60 mil como ella y es sabido, por ejemplo, que el ex presidente Luis Inácio Lula da Silva, último de siete hermanos, nació en su casa, en el pueblo de Caetés, atendido por una partera.
El momento de nacer
La tradición ancestral, la ciencia y los nuevos entendimientos sobre procesos naturales, como la gestación  y el nacimiento, son una arena de lucha entre posiciones que suelen extremarse. En Brasil, comenta Suely, se distinguen con claridad tres tendencias: la de la cesárea programada, incentivada por el gobierno a partir de 1990 y que aún predomina; la corriente de parto humanizado, que surgió hace unos 15 años precisamente para contrarrestar la intervención quirúrgica, cuyo objetivo está puesto en que todos los partos sean naturales, y la partería tradicional, el camino de Suely, que promete ayudar a sanar, cuidar y trabajar con la mujer desde la gestación. La condición intransable de la partería tradicional es que se atienden gestaciones sanas, sin problemas. “Por la observación y lo que conversamos día a día con la madre, sabemos con anticipación si un trabajo de parto viene complicado y, cuando es así, encaminamos hacia un hospital. Respetamos éticamente que ese es la función y el espacio de los/as médicos/as, no de nosotras”, afirma Suely. La partera tradicional no entra al hospital: se queda cerca, en acompañamiento espiritual de la parturienta. Ambos mundos coexisten. En el mejor de los casos se apoyan; en el peor, se ignoran cortésmente.
Por ello, en Brasil las “humanizadas” —ex matronas o enfermeras que abandonan el sistema médico para llevar los partos de vuelta a las casas— pelean con las parteras de la tradición, a las que acusan de devolver a las mujeres a los hospitales. “Pero nosotras nunca vamos a llegar ni siquiera cerca de tener que resucitar a un recién nacido”, afirma Suely.
11251576_10204980250479221_88110349_n
En Chile, donde se realizan tantas cesáreas como en Brasil en su momento de mayor auge (según el ministerio de Salud, la mitad de las niñas y niños chilenos nacidos en 2011 lo hicieron por esa vía, siendo que la OMS recomienda que no represente más del 15 por ciento de los nacimientos), hay huellas de la misma batalla entre lo altamente medicalizado y lo completamente natural, mientras las prácticas ancestrales, un oficio en extinción, perviven entre las comunidades originarias. En ese punto comienza el discurso de Suely y sus parteras. “Si la madre está anestesiada, ¿cómo va a sentir la contracción? Si no siente la contracción, ¿cómo va a ayudar a su hijo/a? Tanto la cesárea por elección como el uso de anestesia impiden, además, el trance del nacimiento, que es el encuentro de ambos espíritus”. Lo que la partería tradicional hace y propone es ayudar a las mujeres a llevar una gestación consciente y a tener al/a hijo/a de la manera más próxima a lo natural, “sólo con el dolor del parto, que existe, pero no aumentado con el dolor de la vida”.
El don
Aunque proviene de un linaje con tradición, con cuatro bisabuelas y dos abuelas que ayudaron a poblar sectores rurales de Brasil, Suely Carvalho se descubrió partera recién a los 23 años, casada y madre de tres niños, cuando, como estudiante de salud preventiva, participaba en una ronda en una sala de maternidad del hospital de Paranaguá. “Estaba ocurriendo un parto, así que la enfermera jefe nos preparó: ninguno puede hablar, ni moverse, apenas respirar, y todos deben estar cerca de la pared”, recuerda. Al ver a la mujer acostada sobre la camilla, en la mitad de la sala, rodeada de paños quirúrgicos verdes y al centro una abertura por la que ya coronaba un niño, Suely olvidó las instrucciones. “Me tomó algo, una emoción, que me hizo ir hasta la mujer, abrazarla, darle fuerzas e indicarle cuándo empujar. Cuando el niño nació, vi que hasta la profesora lloraba”, prosigue. Se quedó en la maternidad durante un semestre de formación intensiva: en las mañanas, los médicos le enseñaban la teoría obstétrica, neonatológica y pediátrica, y en las tardes acompañaba las atenciones y las prácticas.
Cansada de la arrogancia de algunos médicos que invalidaban sus decisiones y consejos porque carecían de fundamento científico se mudó a Curitiba para estudiar enfermería en la universidad local. Fueron cuatro años de estudio en que, salvo por la microbiología, que la fascinó, no le pareció aprender nada nuevo. A la par se puso a buscar a sus referentes por todo Brasil: selvas, desiertos, pampas, montañas y riveras. Allí donde las encontró les cargó el equipaje y las acompañó a atender nacimientos.
En 1990, fundó la ONG Cais de Parto en la ciudad de Olinda, departamento de Pernambuco. Empezó a construir una red que hoy se extiende por todo el continente y en la cual se entrelazan como objetivos la pesquisa de las parteras sobrevivientes de la tradición y la transmisión de conocimientos a una nueva generación, más urbana y profesional. Hace nueve años formó su escuela de partería, que ya tiene sedes en México y Argentina. Chile será la cuarta escuela, dirigida por la investigadora Pabla Pérez San Martín, la única aprendiza chilena de Suely, autora de los libros “Manual introductorio a la ginecología natural” y “Del cuerpo a las raíces”.
En su paso por Chile viajo en búsqueda de parteras tradicionales en el sur de Chile.
En su paso por Chile viajó en búsqueda de parteras tradicionales en el sur de Chile.
En la escuela de partería no se enseña sólo a asistir partos: el objetivo final es que las personas comprendan su capacidad para autosanar y lleven vidas más armónicas en busca de felicidad y paz. Para ello, las prácticas espirituales son importantes, “y no estoy hablando de fantasmas, sino de la vida inmaterial que está en nosotros todo el tiempo, aquello que hace mover nuestras neuronas o la memoria acuosa de las células”, precisa Suely. Ella declara no tener religión: sirve a la pachamama y consulta, de vez en cuando, las runas.
Un parto respetado
Sean congresos internacionales, sesiones de la escuela o televisada para TEDxAmazonia, Suely Carvalho siempre nombra a sus antepasadas, mezcla de indígenas, campesinas y nómades: Josefina, Magdalena, Eliane, Ernestina y Maria. La historia de su nacimiento también es parte de sus charlas. Ya con contracciones, su madre Yení, indígena de 19 años, que medía apenas un metro y medio y pesaba 45 kilos, lloraba de miedo pensando que tendría que sacar por la boca a la guagua de cinco kilos que llevaba en el vientre. Cuando la partera le explicó por dónde realmente ocurría un parto, primero trepó hasta un ropero alto para esconderse y después se desmayó. Suely nació asistida por sus abuelos, su padre y una partera, que la ayudaron a salir del cuerpo inerte de su mamá. “Mi madre recibió toda la información de una sola vez. Nadie le explicó nada antes”, comenta ella.
Según Suely, esa desinformación asociada a la pobreza y al subdesarrollo todavía existe, aunque de otra manera, porque las mujeres están aisladas de su naturaleza femenina, sin comprender el poder de sus cuerpos, obedeciendo sin cuestionar las decisiones de otros sobre la forma en que van a parir. También se da el otro extremo, cuando las madres están sobreinformadas, “colgadas a Google”, creyendo que el propio cuerpo les dará todo. “El problema es que viven con hábitos de la gran ciudad, no como las campesinas que quisieran ser”, dice.
Más que lograr el parto soñado, el foco debe estar en la recuperación de la vía de la condición de hembra y mamífera que las mujeres comparten y de su potente dimensión espiritual. “Un parto respetado, sea donde fuere, en la casa, en el hospital, con la partera o el/la médico/a, tiene que ser visto desde la óptica del ser humano que está llegando a esta vida”, asegura la partera. Devolverle la dignidad a los nacimientos no sólo produce, en su opinión, un bienestar social extendido sino que ahorra tiempo y dinero. “¡Si las cosas empiezan bien, no necesitamos arreglar nada después!”, exclama.
En enero (2015) Suely se reunió con un grupo de aprendices en Chile.
En enero (2015) Suely se reunió con un grupo de aprendices en Chile.

Suênia Oliveira Comadre de João Pessoa PB Parteira na Tradição Lia


E viva ao Cais Do Parto, berço da minha parteira e comadre Lia, das doces doulas e aprendizes de parteira HeloaAnaKarineLídia e Jossana.
Viva ao Cais do Parto, que me proporcionou receber meu filho com respeito e amor, no berço de nossa casa.
Viva ao Cais do Parto, que me proporcionou a cura pela tradição, que me ajudou a renascer como mulher e me fez enxergar um novo rumo para minha vida.
Viva!!

#caisdoparto25anos
#eusoucomadredatradição
#rodaluacheiajoaõ pessoa

Porque entendo o parto como ritual de cura Débora Colares Fortaleza CE.

Por que sou Doula na Tradição?
Porque entendo o parto como ritual de cura e transcendência à ciência.
Porque entendo que o parto é um evento de nascimento de uma criança e renascimento de uma mulher, pois vai muito além dos limites puramente fisiológicos.
Porque honro os saberes ancestrais das mulheres que vieram antes de mim, e que formavam uma bela rede de apoio feminino no evento do nascer.
Porque sei que resgatar estes saberes é fundamental, e que o Sagrado Feminino agrega força a cada dia com o trabalho da Tradição.
Ser Doula na Tradição me faz completa.
Gratidão à quem me ensina mais a cada dia: à parteira na tradição Kelly Brasil, que conduz o Espaço Flor de Luz, casa da Tradição em Fortaleza. À mestras Suely Carvalho, Marcely Carvalho e Marla Carvalho. À escola do C.A.I.S. como um todo!
Gratidão às doulas na tradição, amigas de caminhada.
Alegria em receber novas irmãs na cidade brevemente!
Sou formada pelo Cais Do Parto com muito orgulho, e felicito a minha escola pelos seus 25 anos de trabalho! Que venham muitos outros!
‪#‎caisdoparto25anos‬
‪#‎eufacopartedessahistoria‬
‪#‎soudoulanatradição‬
‪#‎espaçoflordeluz‬

Por que sou Doula na Tradição Carol Forte Fortaleza CE

Por que sou doula na tradição?
Porque reconheço a gestação, parto e maternidade como um caminho de evolução e cura.
Porque eu reconheço que além dos limites do físico, psicológico e emocional, há a espiritualidade.
Porque reconheço a força e energia da mulher e sua ancestralidade.
Porque entendo o parto como um momento sagrado da vinda de uma criança.
Parabéns CAIS do parto, pelo lindo trabalho feito nesses 25 anos e todos os dias que virão.
Viva Suely Carvalho,
Viva Marcely Carvalho,
Viva Marla Carvalho,
Viva Kelly Brasil,
Viva as parteiras,
Viva as doulas,
Viva todas as famílias e seus nascimentos!

domingo, 5 de julho de 2015

Comemoração Espaço Flor de Luz Parteira na Tradição Kelly Brasil

Este mês de julho traz consigo grandes festividades, a começar por hoje, os 25 anos do C.A.I.S Do Parto!
Ao longo dos dias postaremos histórias marcantes, homenagens e incluiremos à nossa programação, na Roda de Casais Grávidos, o relato das comadres de Fortaleza.
Participe enviando seu relato.
VIVA O CAIS!

"E no CAIS o gunga badalou" Helena Tenderine e Joabe Jó compadres e Doula na Tradição.

"E no CAIS o gunga badalou"
História de 4. Quatro amores que mudam a minha vida.
Porque cada vez que nasce um filho, uma nova mãe é parida!
Quando no CAIS cheguei ainda tinha rosto de menina, apesar dos 29.
E este amor crescente que cada dia é alimentado pela sabedoria das mãos sábias das minhas mestras, me faz continuar aqui, com a vontade de aprender sempre e cada vez mais nesta tradição que me abraça.
Suely Carvalho com suas mãos fortes e seguras, acolheu meus dois primeiros filhos, Makambi, 10 anos e Malaika, 7.
Marcely Carvalho com suas pequenas mãos plenas de ancestralidade recebeu Malakai, 4 anos e Aluandê, 1anoe7meses.
Cada nascimento foi um diferente mergulho nas águas profundas e sagradas da vida. Se pudesse expressar em palavras cada parto, diria que Makambi foi um desabrochar; Malaika, superação; Malakai, um grande desafio e Aluandê, intenso.
Minhas experiências com o CAIS me ensinaram a importância do nascimento com respeito, cuidado e sabedoria.
Hoje tenho 40 anos, sou doula na tradição e descobri que este é o caminho que quero seguir.
Sou grata e honro
minha mãe Djanira
meu filho Makambi
minha filha Malaika
meu filho Malakai
meu filho Aluandê
meu pai Luis
minhas mestras e comadres Suely Carvalho, Marcely Carvalho, Marla Carvalho e Carla Maldonado
meu companheiro e pai de meus filhos Joab Jó Malungo Jundiá
minhas irmãs Sara e Anaê
e toda a minha ancestralidade
os seres de luz e encantados
Porque acredito que a vida precisa pulsar! Com amor e respeito!
— com Marcely Carvalho e outras 4 pessoas.

sábado, 4 de julho de 2015

Cheguei no CAIS procurando um lugar pra me atracar Rebecka Bastos e Artur Bastos Compadres e Doulas na Tradição.

Cheguei no cais procurando um lugar pra me atracar.

É impossível não reviver o primeiro dia que cheguei aqui,
Nunca sentir tanto amor, tanta força, tanto conhecimento e segurança num lugar só.
Um lugar onde se encontra o olho no olho.
Cheguei perdida e sutilmente fui sendo guiada, guiada a me ouvir, a me conhecer...
Em seguida me tornei doula na tradição, achei que era só esse o chamado, foi quando me deparei com o trabalho da cura e nada como uma gestação pra curar alguns males...
E assim pude mergulhar ainda mais na tradição, tradição que nos ensina a resgatar a conexão, que nos trás consciência, que nos ampara...
Gerava assim a minha segunda filha junto com a minha família .
Me permitir ser apenas gestante, e a cada roda me certificava que era com aquelas mulheres que eu queria estar pra parir, que era por aquelas mãos ( de Marcely Carvalho) que eu queria que a minha filha fosse recebida
Com o parto na tradição eu sabia que a minha filha seria ouvida e sendo assim, respeitada.
E nada mais confortável pra mim como mãe, saber que em nenhum momento a saúde física, emocional e espiritual da minha pequena seria colocado em dúvida.
Pari no meio da minha sala
Ouvindo a egrégora cantar
De mãos dadas com a minha parteira e mestra
incentivada pelo meu companheiro
vendo o olhar curioso da minha filha mais velha, que esperava anciosa a chegada da sua irmã
E assim chegou a cura, embalada num choro que lavava a minha alma.
Desde então não somos mais os mesmo, eu e a minha família podemos viver o momento mais sublime de toda uma vida.
E a missão continua..
Assim eu honro e peço as bênçãos das minhas ancestrais
Da minha mãe, minha matriz Rejane Alvares Lueders
Das minhas filhas e mestras Alwana Yuna e Maria Mel
Do meu companheiro Arthur Bastos
E das minhas Mestras Suely Carvalho, Marcely Carvalho e Marla Carvalho
E de toda essa egrégora a qual faço parte.
Gratidão
Gratidão
Gratidão
‪#‎caisdoparto25anos‬
‪#‎façopartedessahistoria‬
#eusoucaisdoparto

sexta-feira, 3 de julho de 2015

Parto de Maria Laura/ Comadre Liza Serafim & Marcel Vieira Parto João Pessoa

Graças ao trabalho do CAIS através das maravilhosas parteiras e doulas, pudemos vivenciar a gestação e o parto da maneira mais intensa, verdadeira, amorosa, respeitosa e com total entrega e conexão. Não há palavras para expressar a imensa gratidão que sentimos a essas mestras, e hoje queridas comadres, pela dedicação e amor com que fazem esse trabalho. Nada é mais valioso para nós enquanto família do que termos recebido nossa filha, Maria Laura, no seio do nosso lar, do jeito que ela escolheu vir, do jeito que sempre sonhamos em recebê-la, com muito amor e respeito às suas (e nossas) singularidades. Tenho plena convicção de que é recebendo nossas crianças dessa forma que se planta a semente que fará florescer um mundo novo, mais amoroso, humano, pacífico e feliz. Fica até repetitivo falar tanto em amor, respeito, entrega, conexão, mas nos vemos mergulhados nesse mar de amor e bem que o CAIS é responsável por propagar e amplificar em nossas vidas. "Amor, amor, amor, amor, amor, essa mensagem é do amor" - tanto amor e emoção vibrando e ecoando pra sempre pelas vozes de nossas comadres em dia tão especial: 17 de dezembro de 2014. Parto rápido, intenso, prazeroso, pélvico, muito feliz. Sagradas, queridas comadres e mestras, seremos eternamente gratos a vocês. Parabéns e que sigam sempre fazendo esse trabalho fantástico e tão importante.Cais Do Parto
#caisdoparto25anos
#eufaçopartodestahistoria
#rodaluacheia
#parteiraliahankail